Scottie Scheffler resuelve greens y gana el Arnold Palmer Invitational por cinco golpes
El objetivo de Scottie Scheffler esta semana era simple. Había terminado de intentar ser perfecto con el putter. Sabía que cada vez que su bola se deslizaba más allá del hoyo, incluso cuando fallaba por un margen muy estrecho, el tiro se mostraría en la televisión y las redes sociales, y la conversación continuaría sobre el estado de su putt.
El putt es la parte más voluble de este frustrante juego por una razón. Los márgenes son muy pequeños y los resultados son binarios. Fallar o hacer. Esas son las dos únicas opciones. No hay término medio. Scheffler se comprometió esta semana a concentrarse en todo lo que podía controlar (su derrame cerebral) y preocuparse menos por el resto.
“Si intentas jugar un golf perfecto, en realidad no funciona”, dijo Scheffler. “No hay tal cosa. … A veces, cuando las cosas no van bien, intentas ser perfecto”.
El golf demostró una vez más ser una paradoja entrañable porque, al aceptar las imperfecciones inherentes del juego, Scheffler realizó una exhibición impecable en el Arnold Palmer Invitational presentado por Mastercard. Ganó por cinco golpes, el mayor margen de victoria aquí desde Tiger Woods en 2012, y consiguió su primera victoria en el PGA TOUR desde el PLAYERS Championship del año pasado. El golpe de bola de Scheffler estuvo a la altura del estándar récord que ha demostrado durante el año pasado, y el putter finalmente sirvió como el complemento perfecto.
